La honestidad es uno de los valores más importantes en la formación de un niño y en su personalidad.
¿Qué es la honestidad?
Es un valor moral positivo vinculado a la verdad y a la transparencia, y es lo contrario a la mentira, la falsedad y la corrupción.
¿Cómo inculcamos el valor de la honestidad en los niños?
La formación de valores no solo depende de las escuelas, los niños aprenden la mayoría de sus valores morales en casa, es por eso que los padres deben ser un buen ejemplo. Si queremos que un niño aprenda sobre la honestidad es necesario que la familia realicen la práctica de este valor.
Honestidad atrae honestidad
Es necesario que el niño realice actividades, que adquiera conocimientos y tenga experiencias relacionadas con la honestidad, poco a poco aprenderá por medio de la práctica. Respetar a los demás es sinónimo de ser honesto, es no apropiarse de lo que no es suyo, es no mentir y decir siempre la verdad.
Dentro de casa o en el salón de clases se pueden hacer dinámicas, realizando conductas honestas, explicándoles que ser honesto es hacer lo correcto, incluso darles un premio de vez en cuando, por un buen acto de honestidad. Es necesario hablar con los niños las consecuencias de no ser honesto. Ser deshonesto puede hacer que pelee con sus amigos y familia, y puede provocar que se aleje de ellos, hay que hacerles saber que practicando la honestidad serás confiable y responsable.
Con una educación basada en valores, nuestros niños podrán desarrollar la habilidad de tomar las mejores decisiones tomando en cuenta lo ético y lo moral.
Repitamos con ellos…
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